Balance [2014] [I]



Game Over es el título de uno de los temas del último trabajo de Paradise Key. El grupo viene de San Vicente, y Game Over se ha convertido, quizás sin pretenderlo, en el himno musical del año que se nos ha ido de las manos. Party Logistics es un trabajo deslumbrante, vitalista y que nos muestra a una banda que ya nos encendió desde su Electro Happy Show (2012).

En este año 2014 Paradise Key no ha estado sólo. Ha sido un ejercicio prolífico en el que se han dado cita grandes trabajos que demuestran una vez más lo que llamamos El Poder del Oeste, el gran nivel creativo palpable en la música popular hecha en Extremadura, en Alentejo y en las tierras de Castelo Branco.



Gameboyz, James Rod, Integral Bread o el proyecto mitad eborense mitad lisboeta Future Monkeys nos tienen asegurada la presencia de los nuestros en los circuitos electros peninsulares. Doors of perception, Carne Puerca, Liar Liar o Moonscape han sido algunos de sus trabajos que han visto la luz en 2014, en los que se mezclan producciones y creaciones propias junto a sets vibrantes y trabajados con gran elegancia.



Pero en este 2014 hemos podido disfrutar también de proyectos nuevos y sorprendentes del binomio Mato Mutante / Add Obscurae, confeccionados entre Almendralejo, Badajoz y allende las tierras vizcaínas. Hemos conocido a Adax desde Badajoz también, y, por supuesto, hemos disfrutado de los proyectos de la montijana neoyorkina, Carmen Estévez, la que fue de Súper 8 y ahora participa de propuestas avantgarde en las mismísimas calles de Brooklyn. Technicolor Lenses y sobre todo V Zone son proyectos imprescindibles para conocer este 2014.

Julien Elsie nos sorprendió en la primera parte del pasado año con un exquisito trabajo de rock de autor a la americana, posicionándose sin duda como uno de los mejores trabajos del ejercicio. De la familia cacereña rockera llegaron nuevos proyectos como Milana y nuevos trabajos de Los Hemingway, Hemingway Noise hasta hace unos meses, en un intento de convertir a Cáceres en algo más que una Ciudad de Jubilados.

Susan Santos sacó a la luz su Electric Love consolidando una carrera envidiable y convirtiendo a la pacense en una habitual de las agendas musicales estatales. Su hermano Pedro Santos nos regaló otro gran ejercicio rockero sobre guitarras y ecuaciones.



Uaninauei desde Évora y Dharma desde Reguengos nos han ofrecido dos sobresalientes discos y dos ejemplos de honestidad rockera al modo alentejano cuya escucha nos reconcilia con la cultura eléctrica.

The Buzzos, desde La Serena, Iridium y Sanatorio de Muñecos desde Badajoz, Alkalinos desde Plasencia y los emeritenses Barcones Lost Cincinnati, Beer to Osos y ese supergrupo que responde al nombre de Great Attractor completan una nómina excelente de la cosecha rockera de 2014.

Del mundo de los metales y aledaños hemos tenido noticias increíbles en este año vencido. Almendralejo amaneció el año con trabajos de El Mesías, Earache, Churchless, lo continuó con El Sanguinariamiento, Thawed Horses Collection y lo completó con la vuelta de Seyver y su excelente Reich, un inmenso trabajo que está en la nómina de lo mejor del año.



Desde las tierras albicastrenses nos llegó la nueva entrega de Painted Black, una de nuestras debilidades, y conocimos en Cantarrana a Thirdsphere una excelente banda metalera con tintes conceptuales.

Process of Guilt, la joya eborense, nos volvió a dejar atónitos con un proyecto compartido, Liar. Como siempre, escucharlos resulta estremecedor. Pablo Vidal, sí, el de Payasos Dopados, Daniel Catarino, sí, el de Uaninauei y tantos otros proyectos, el canalla Flávio Torres o el pacense Carlos Gil, ex Blame the Dog, nos han regalado proyectos solitarios inyectados con una fuerte personalidad, inevitables para conocer el periplo musical del año 14.

Tosina y Los Turkos del Río, en donde encontramos al subterráneo José Luis Muñoz, han aportado desde Badajoz unos buenos ratos de rock gamberro y duodenal. Lo nuevo y esperado de Ama, de Burgim (por fin) o de Imaginando un color, junto a Da, Radiophonic, Día X menos 60 o la excelencia permanente de Norton completan el abanico del lado pop de este balance anual.



Balance en el que no podemos olvidar dos de las mejores muestras del año y que están más cerca de los ecosistemas jazzísticos que del rock. Javier Alcántara y Eddy Slap nos han regalado dos trabajos soberbios levantados al otro lado de las barricadas eléctricas. Imprescindibles.



El Malo del Cuento, Kaxta, Local Qua4tro, Mohevian, Duodeno Band, Ricardo Gordo, Sòber, Manuel Guerra, Niño Índigo, AgresivaKinky Attitude han optado por una política diferente de dar a conocer sus respectivos trabajos a base de pequeñas píldoras, y no exponerlo al dominio público desde el principio confiando en las ventas de sus discos, lo que, obviamente, dificulta el poder acceder a ellos de forma total. No nos queda otra que respetar esas decisiones aunque no encajan mucho con el espíritu cantarranero, de ahí que nuestro intento de difusión se vea considerablemente mermado.



¿Fin? No. Si existe un universo musical en nuestras tierras cantarraneras que sobresalga de manera sorprendente en estos tiempos y que nos está dejando perplejos es, por supuesto, el Hip Hop. A sus habitantes, y solamente a ellos, les dedicaremos la segunda parte de este balance.

Y no nos podemos olvidar, of course, de nuestros amores declarados. De Supersexy Sound System y Scud Hero. Ambos con nuevas e imprescindibles entregas en este año pasado, The Show, una producción de lujo con lo mejorcito del de Campanario, y Breaking Sharp, el último ep de los hermanos Ares, ep que por esas extrañas circunstancias de la vida cantarranera comienza con un tema titulado Game Over.




P.D. De Los Ganglios y de su fantástico Lubricante ya hablaremos otro día. Merecen un libro aparte. De momento dejaremos que algunos ignorantes de por ahí fuera sigan denominando a los montijanos como “la gran banda barcelonesa”.
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